La noche previa al viaje hacia Elche toca reflexionar, al menos someramente, sobre los días que la Caravana Universitaria por el Clima ha permanecido y pernoctado en la capital española de los cítricos, Valencia, para aquellos que no sepan o no quieran captar las sutilezas de un servidor.
La llegada de los voluntarios de la tercera semana se realizó de manera escalonada. La caravana llegó un poco retrasada y eso dio pie a una rápida integración de los novatos durante la espera en la estación de autobuses de Valencia. Cena y primeras actividades de interacción en el grupo, de presentación si se prefiere. El lugar, la plaza de la Vírgen; ¿por qué? Puede ser debido a nuestro natural estilo, a nuestras ganas locas y un tanto ingenuas de ver las estrellas en una capital española, o simplemente, porque no había sala de reuniones en el albergue. Buen ambiente, muletas, un mapa de España, que no era sólo eso sino que representaba un conjunto de procedencias, de historias personales e ilusiones que se presumían interesantes y por descubrir.
Nos acompañaron algunos tipos variados, de esos que pueblan las urbes y que tanto pueden despertar tu completo rechazo como tu más firme admiración. Oír poemas de Galeano en boca de un señor de antiguas malas vidas es toda una experiencia.
El domingo 24 de febrero, con pocas horas de sueño pero con mucha ilusión, realizamos los talleres de formación en el Jardín Botánico de Valencia. Hubo hasta momentos de esos que erizan la piel, ¡nuestros voluntarios son todos unos artistas! Tan pronto te hacen reír como llorar (pero de ese planto que no es planto, sino sonrisa).
El lunes, por fin, Carnaval en el Campus de Burjassot. Divulgamos con éxito entre unos pupilos universitarios que en su mayoría parecían desconectados de la actualidad. ¡Venga, chicos, que hay que cambiar el mundo!
A la tarde, un paseo idílico por el Jardín Botánico y unas guías de lujo, a cargo de Víctor y Ana.
Hoy ha sido el último día. De nuevo con pocas horas de sueño (no se piense el lector que a altas horas de la noche además de reír no elaboramos ideas de futuro, que ya tenemos muchas, oiga) visitamos una planta cogeneradora en el Campus Tarongers, con la guía de Víctor, que entre ruidos y frigorías nos mostró los entresijos del lugar.
Por último, la tarde. Nuestro amigo Alberto nos habla entre palmeras y brisa marina de la gestión ambiental de la UV y luego, como colofón, una clase magistral, porque no hay otra manera de definir el evento, a cargo del profesor Recatalá, investigador del CIDE (Centro de Investigación sobre Desertificación) sobre la desertificación en el litoral valenciano. Conclusiones generales de esto último y por extensión de estos días: Somos un grupo con mucha ilusión y ganas de trabajar, y ....hay mucho que hacer, así que haciendo un elegante corte de mangas a futuros apocalípticos que evitaremos con la ayuda y esfuerzo de todos y todas, se corta la comunicación hasta el nuevo destino. Adeu!
martes, 26 de febrero de 2008
VLC
Publicado por UAMbiental en 13:38
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